Carnaval, carnaval
carnaval, trasvestismo
2136
post-template-default,single,single-post,postid-2136,single-format-standard,stockholm-core-2.3,select-theme-ver-8.9,ajax_fade,page_not_loaded,menu-animation-underline-bottom,header_top_hide_on_mobile,,qode_menu_,wpb-js-composer js-comp-ver-6.6.0,vc_responsive

Carnaval, carnaval

Aprovechando que llega la época de carnaval nos gustaría abordar una temática que puede estar tan cerca como lejos de esta festividad: El travestismo. Podríamos definir el travestismo como una expresión de género en la que una persona se expresa a través de fórmulas fuera de las normas establecidas. La expresión travesti tiene diferentes connotaciones dependiendo del contexto temporal, cultural y territorial. A pesar de que durante muchos años se utilizó de modo despectivo e insultante, el colectivo LGTBIQ+ se apropió del concepto y lo resignificó convirtiendo al estigma en un emblema de lucha colectiva.

La palabra travestismo es una alteración de la palabra «transvestite» esta palabra fue creada por el médico, sexólogo y activista alemán Magnus Hirschfeld, quien la incluyó por primera vez en su obra de 1910, “Los travestidos: una investigación del deseo erótico por disfrazarse”. Etimológicamente, la palabra proviene del latín «trans», ‘cruzar’ o ‘sobrepasar’, y «vestite», de ‘vestir’. El término sirvió para describir a personas que voluntariamente utilizaban vestimentas socialmente asignadas al sexo opuesto.

A menudo se confunde el término “travesti” con el de transexual. Es importante diferenciarlos.

Travesti es la persona que adopta roles asignados al otro sexo a través de la vestimenta, maquillaje, indumentaria, expresión etcétera. En cambio transexual es una persona cuyo sexo asignado al nacer en base a sus genitales no corresponde con el que es (sexo sentido).

En muchas ocasiones son hombres los que se travisten, quizá también como “ritual de feminidad”, elevando el lado femenino por medio del transformismo y queriendo transgredir así las normas sociales y culturales. Algunos hombres sienten curiosidad por descubrir los códigos femeninos que se asocian a ser mujer. Esto puede llevar a que  en carnavales a través del disfraz adopten los roles de mujer o “fingan” serlo durante unas horas. Otros se disfrazan de “mujer” exagerando atributos con el objetivo de escandalizar o provocar: enfermeras, azafatas, pechos gigantes, traseros de plástico… Esto no representa a las mujeres, sino que simboliza una parodia de algunos roles asignados a ser mujer.

No podemos dejar de mencionar que las mujeres también se travisten y son drag, esto curiosamente, está más invisibilizado (una vez más, acciones llevadas a cabo por mujeres menos valoradas que las que llevan a cabo hombres, ¡qué casualidad!). Nos estamos refiriendo al colectivo Drag King, mujeres artistas de performance que se visten masculinamente (drag) y personifican estereotipos de género masculinos como parte de su actuación. En resumen, se trata de ver qué relación tienes con tu otra parte, masculina o femenina, “liberándote”. Así que desde aquí nos gustaría hacer un guiño tanto a las Drag Queen como a las Drag King para agradecer que a través del arte y el espectáculo consiguen cambiar la sociedad desde la performance.

El carnaval es pura catarsis colectiva, la fiesta de la transgresión, donde disfrazarse de mujer también puede liberar la tensión social a la que está sometida la masculinidad sea cual sea la inclinación sexual de la persona. Así como disfrazarse de hombre, ponerse más barba y bigote, adoptar actitudes más masculinas puede ser un ejercicio de empoderamiento para las mujeres, y en cualquiera de las situaciones el carnaval, celebración pagana por excelencia, es la excusa perfecta para poner en práctica el juego de los roles sexuales y de género y ampliar el imaginario respecto a las feminidades y masculinidades. 

En medio de este universo de roles indefinidos, se mezcla el crossdressing, (cruzar la vestimenta), “hombres” a los que les gusta vestirse de “mujer” o “mujeres” que adoptan indumentaria de “hombres”. Un transformismo que si profundizamos explica bien cómo en nuestra conformación sexuada nadie es del todo hombre o mujer (pero esto ya para otro rato). También puede servir para optar durante un rato por un comportamiento diferente al que durante el año se espera de ellxs.

Podríamos hacer un mini estudio y preguntar a los hombres y mujeres de nuestro alrededor si alguna vez se han “travestido” y si han sido conscientes de porqué. ¡Os invitamos a realizar la investigación! Después compartís…