Armarios de ida y vuelta
La campaña del 28J de este año está dedicado a las personas mayores, es por eso que queremos aprovechar para poner sobre la mesa una problemática no muy conocida pero cada vez mas común, que ha ido en aumento en los últimos años; la vuelta al armario en las residencias de mayores.
Hablamos de personas que han nacido y vivido durante la dictadura franquista, la época en ocasiones oscura de la transición… tiempos de silencio y vergüenza donde se consideraba lo LGTBI+ no solo algo pecaminoso sino además, delito y enfermedad. Personas que tras años de lucha y persistencia han conseguido hacer frente a esa situación que nada tiene que ver con la que tenemos hoy en día. Si bien es cierto que los avances han sido muchos, las personas mayores LGTBI+ además de sufrir discriminación por el hecho de ser LGBTI+, también lo sufren por el edadismo, discriminación por cuestiones de edad. Hecho que aún las invisibiliza mas, situándolas así en en situaciones más vulnerabilizadas.
A este hecho tenemos que añadirle el nuevo armario que suponen las residencias de personas mayores. Son entornos que las personas LGTBI+ en ocasiones no sienten seguros y por eso hacen que vuelvan a ocultar su identidad o condición sexual. El miedo a no ser aceptadas, la vergüenza, o la invisibilización de las personas mayores LGTBi+ son factores que vuelven a salir a la luz en el momento en el que ingresan en una residencia. Por ello muchas de esas personas deciden ocultarse en esta ultima etapa de su vida.
Una situación que parecían tener superada ya que muchas de estas personas han podido vivir su sexualidad con normalidad durante años y que por el hecho de “cambiar de hogar” han tenido que revertir. Volviendo a meterse en un armario que parecía cerrado con llave.
Es por esto que una de las reivindicaciones del colectivo es la creación de recursos residenciales LGTBI+. El primer paso ya esta dado, la Fundación 26 de Diciembre ha puesto en marcha un proyecto que supone mirar de cerca la historia del colectivo LGTBI+ para entender cuál es su realidad y con el que ha conseguido abrir la primera residencia pública para personas LGTBI+ en Villaverde, Madrid. Ojalá sea la primera de muchas.