Transexualidad
-1
archive,category,category-transexualidad,category-2,stockholm-core-2.3,select-theme-ver-8.9,ajax_fade,page_not_loaded,menu-animation-underline-bottom,header_top_hide_on_mobile,,qode_menu_,wpb-js-composer js-comp-ver-6.6.0,vc_responsive

Memoria Trans – Ley Trans

Cada 20 de noviembre se celebra la Memoria Trans, la Conmemoración de las victimas de la Transfobia y Derechos de la infancia. El actual momento y contexto socio político nos ha llevado a escribir sobre la Ley estatal en materia de derechos LGTBI+ en general, y TRANS en particular, debido a la polémica que está generando su aprobación.

Quien se haya molestado en leer el proyecto de la mal llamada “Ley Trans” se habrá percatado que su contenido es mucho más amplio de lo que se comenta, casi en exclusiva, en los medios de comunicación y redes sociales. Empezando por el título: “Proyecto de Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI”. Nadie habla, por ejemplo, de las medidas que propone para promover la igualdad y combatir la discriminación que sufren las personas lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales. Queremos suponer que sí lo habrán hecho los partidos políticos que presentaron enmiendas a la totalidad, de donde sólo cabe deducir que se oponen también a la adopción de medidas para garantizar los derechos y la no discriminación de todas esas personas.

Es evidente que algunas voces contrarias, las más exaltadas, no han entendido que el proyecto de ley no legisla sobre el proceso médico para hacer el cambio físico de las personas trans, sino para hacer el cambio registral de nombre y mención al sexo. La transición física está regulada por las comunidades autónomas en sus respectivas legislaciones, y la aprobación de esta nueva ley estatal no supone una modificación de esas competencias en absoluto.

El estado esta legislando sobre una materia de su competencia exclusiva, cual es la regulación del Registro Civil. Y no debe olvidarse que el Tribunal Constitucional declaró la inconstitucionalidad del artículo 1 de la Ley 3/2007, que permitía sólo este cambio a las personas mayores de edad, por resultar discriminatorio para las menores. Por tanto, la ley debe ser modificada necesariamente en ese sentido.

Con la ley actualmente vigente, los cambios registrales de nombre y mención al sexo exigen un diagnóstico de disforia de género y acreditar dos años de tratamiento médico o psicológico. Escuchamos voces de alarma porque se hormona a adolescentes, y lo que la ley pretende, precisamente, es evitar que una persona tenga que pasar por un tratamiento o un quirófano para poder utilizar un nombre conforme a su identidad sexual. Hay personas trans que no desean realizar sino una transición social, que le permita desarrollar su vida conforme a su identidad sexual en todos los ámbitos, y a día de hoy no pueden hacerlo.

Luego están determinados colectivos de profesionales de la medicina o la psicología, que se oponen a la prohibición legal de terapias de conversión, alegando que detrás de las y los adolescentes que acuden a las Unidades de Identidad Sexual y de Género pueden subyacer otros problemas psicológicos o de adaptación, cuyo adecuado tratamiento haría desvanecer la supuesta disforia de género. Rechazan también la hormonación de personas menores, ignorando informes como el de la Asociación Mundial de Profesionales para la Salud Transgénero (WPATH) que recomiendan que estos tratamientos comiencen a prescribirse tras empezar los cambios de la pubertad.

https://www.wpath.org/media/cms/Documents/SOC%20v7/SOC%20V7_Spanish.pdf

Los citados colectivos de profesionales, que pontifican sobre el tema haciendo alarde de autoridad científica y por tanto objetiva, enmascaran en algunos casos un trasfondo ideológico, ético o religioso determinado, y en todos un profundo desconocimiento del funcionamiento de las Unidades para la atención a personas transexuales, transgénero e intersexuales como Transbide en Navarra o Transit en Cataluñya, atendido por profesionales de la Psicología Clínica en primer término, – muy capaces de detectar un problema psicológico de otro tipo si lo hubiera-, además de personal médico especializado en Endocrinología, Pediatria, Ginecología, Urología-Andrología, etc.

Estos argumentos “científicos” son acogidos con entusiasmo por agrupaciones de madres de niñas con disforia de género acelerada (fenómeno cuya existencia misma ha sido rebatida recientemente por un Estudio de la Schulich Medicine & Dentistry, escuela de medicina de la Western University en Canadá, que concluye que no encontró nada en su análisis que respalde que la supuesta DGIR sea un fenómeno clínico real).

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34793826/

Es comprensible el vértigo que puedan sentir las madres ante una realidad que sus hijas e hijos les manifiestan, que no comprenden ni están dispuestas a aceptar sin oponerse antes con todas sus fuerzas. De ahí que propugnen ser las únicas que puedan decidir hasta la mayoría de edad, sin interferencias legales de ningún tipo, ya que según sus propias palabras “quién mejor que unos padres saben lo que más conviene a su hija”. Exactamente lo mismo pueden decir las personas de determinadas confesiones ultrareligiosas ante un hija o hijo que les confiese su homosexualidad, para defender las terapias de conversión para “curarle” sin que absolutamente nadie pueda interferir.

En la desmesurada actividad de estas agrupaciones en redes sociales y charlas con la que difunden su reivindicación, utilizan datos tergiversados, o directamente falsos, como que las Unidades de Género comienzan a administrar hormonas desde la primera consulta, o que hay un 85 % de desistimiento entre los jóvenes que iniciaron un tratamiento hormonal en la adolescencia (La Unidad de Identidad de Género (UIG) de la UMC de Ámsterdam, referente mundial en todos los aspectos de la medicina transgénero, publicó un estudio en la revista científica The Lancet Child & Adolescent Health según el cual, el 98 % de los adolescentes trans que iniciaron el tratamiento hormonal en la adolescencia lo continuaban en la edad adulta).
https://www.thelancet.com/journals/lanchi/article/PIIS2352-4642(22)00254-1/fulltext

Es evidente que el peso de todo lo mencionado, el revuelo mediático creado, los mensajes tergiversados en nombre de la ciencia y ataque constante a los derechos de las personas LGTBI+ está perjudicando el ánimo de quienes viven esta situación en primera persona, dado que su realidad está siendo puesta en tela de juicio constantemente. Esperamos que la aprobación de la Ley zanje la polémica y sirva para homenajear y recordar también a las víctimas de la transfobia. Gracias por existir.

¿Qué nos dirían los ornitorrincos y los delfines?

El tercer sábado de octubre (15 de octubre este año), se reivindica la despatologización Trans y el 26 de octubre se celebra el Día de la Concienciación Intersexual. Esta entrada, pretende en estos tiempo de nueva oscuridad alimentada por “rojos” disfrazados, agradecer la lucha, acuerpar y arrojar algo de luz.

La identidad sexual. Término que se podía traducir sencillamente a la pregunta quién soy yo, desde el marco de la sexología, es entendida como la percha sobre la que cuelga todo lo demás que nos construye como seres sexuados.

Identidad sexual contiene dos palabras que, si la atendemos diferenciadamente, están compuestas por:

  •  La palabra identidad.
    Def 1: Cualidad de idéntico.
    Def 2: Circunstancia de ser una persona o cosa en concreto y no otra, determinada por un conjunto de rasgos o características que la diferencian de otras.
    Def 3: Conjunto de rasgos o características de una persona o cosa que permiten distinguirla de otras en un conjunto.
  •  La palabra sexual.
    Def 1: Perteneciente o relativo al sexo.
    Def 2: Del sexo o la sexualidad, o relacionado con ellos.

Y aquí nos detendremos en las definiciones de identidad y no tanto en sexual. En concreto en las definiciones que hablan de “conjunto de rasgos que permiten (facilitan, ayudan) distinguir a una persona o colectivo de otras” y en la definición que habla de “cualidad de idéntico”. Pero antes de ello, nos vamos a entretener en algo que es necesario para poder hablar de conjunto de rasgos o cualidades.

Para poder hablar de conjunto de rasgos o cualidades, es necesario hablar de persona observadora en un determinado tiempo que identifica un conjunto de rasgos relativamente comunes. En este sentido, podríamos decir que la persona observadora en el caso de los seres humanos, somos el conjunto de personas que conformamos nuestras sociedades. Es importante matizar que, el cerebro humano, para poder operar, genera de manera automática (o de manera inconsciente como respirar) categorías en base a características comunes, con el objetivo de simplificar y agilizar la comprensión de lo que ve (o cree que ve). Es decir, podríamos decir que el ser humano en su placa base tiende a simplificar lo complejo y a creérselo como absoluto. Esto último, debido a que esta operación en la gran mayoría de ocasiones, al igual que respirar, lo hace de manera inconsciente.

Cuando esta categorización es relativamente sencilla, como cuando decimos “silla”, no hay tanto problema en generar un absoluto. No obstante, en otras, esa categorización, a pesar de ser inevitable, simplifica realidades complejas como por ejemplo “animales mamíferos”. Puede parecer gracioso el ejemplo, pero, ¿os imagináis la cuadrilla de científicas, cuando llegaron al consenso y definieron los animales mamíferos y de repente se topan con un ornitorrinco? O un ¿delfín?

Sin duda, se vieron obligadas, empujadas, invitadas, estoy segura tras arduos y duros debates, a reflexionar sobre las características comunes que habían atribuido a la categoría (identidad) mamífera y redefinirlas. Se vieron obligadas también, con semejante descubrimiento, a generar nuevos materiales divulgativos, nuevos conceptos, nuevas estructuras, nuevas explicaciones. Además indudablemente, necesitaron de un sinfín de recursos, gubernamentales, educacionales, comunicativos para poder llevarlo a cabo. Es más, el contenido que generaron, incluía nuevas categorías dentro de los mamíferos, que enriquecían la propia categoría, no siendo ninguna de ellas estigmatizante ni inferior.
Fruto de ello es que, quienes hablamos ahora, (libros, personas, discursos científicos, documentales), hablamos de los defines y ornitorrincos como mamíferos. Y no concebimos que unos sean mejores que los otros. Como mucho jerarquizamos (si eso es jerarquizar) en base a si me parece mas o menos “adorable” ese “animalito”.

En la resolución del debate de los delfines y ornitorrincos como mamíferos, es interesante analizar cómo decidieron mirar aquello que tenían que volver a mirar.

El descubrimiento (ya existente antes del propio descubrimiento) de los delfines y ornitorrincos, les permitió empezar a tomar conciencia, en primer lugar, de que al igual que respirar TAMBIÉN se puede hacer de manera consciente, las categorías creadas casi de manera automática y tomadas como absoluto, del mismo modo pueden ser revisadas. Y en segundo lugar, y es aquí donde traigo las definiciones de identidad, que los axiomas que rigieron su mirada científica, fueron los que se esconden tras las definiciones 2 y 3.

Las definiciones 2 y 3 hablan de “características que permiten (facilitan, ayudan) diferenciar a una persona o colectivo de la otras”. En sí mismas no promueven la exclusión de “algo”, sino la descripción de unos “algos”, que tienen cosas en común (por ejemplo, mamas) y que parece, forman parte de un “algo” mayor, al que podemos llamar identidad/categoría (mamíferas). La definición 1, en cambio, “cualidad de idéntico”, a las “características comunes” les incluye en negrita y subrayado, la palabra “idéntico”, reduciendo así la definición de identidad, a unos “algos” que forman parte de un “algo” mayor común, en base a características comunes, insisto, idénticas. En este sentido, mediante esta definición se opera, sin querer queriendo, de manera excluyente. O cumples escrupulosamente con esas características comunes, o simplemente NO ERES.

Esta última mirada, además de ser excluyente, genera una “otredad” (un alguien que no soy yo, ni nosotras) que en unos tiempos y sociedades se torna pecado y en otras, desviación, síndrome o trastorno. Por lo que además de ser excluyente, jerarquiza, patologiza y estigmatiza.

Aquellas científicas quisieron DESCRIBIR realidades. En base a elementos que observaron, se repetían dentro del conjunto de animales y en base a ello crearon la categoría mamífera. Esas mismas científicas supieron escucharse y ver que estaban comenzando a guiarse por los axiomas de la definición 1 de identidad, lo que les estaba alejando de la DESCRIPCIÓN de una realidad, haciendo de ella, más bien, una PRESCRIPCIÓN (lo que yo diría, prescripción de DE MAMIFERITUD, es decir, porque YO académica, que sé de lo que hablo, digo que esto que tengo entre mis manos, es SIN LUGAR A DUDAS un mamífero). Y recolocarse (respirar de manera consciente) para repensar esa misma categoría.

Las categorías hombre y mujer, desde su concepción y hasta la actualidad, sigue sosteniéndose con axiomas de la definición tipo 1. Donde se rige por absolutos de aquello que es mujer u hombre. Mujer es = XX, vulva, útero, ovarios y mamas, y hombre= XY, pene, testículos, conductos deferentes, pectorales y vello facial. Todo lo que no cumple con esa características, NO FORMA PARTE, y es categorizado como síndrome, trastorno o desviación.

Desde aquí, lanzamos un llamamiento a alzar la voz a quienes nos regimos por los axiomas de definiciones 2 y 3 para REIVINDICAR la urgencia de redefinir y ampliar las características comunes de aquello que nos hace mujeres y hombres.

RESPIRAMOS CONSCIENTEMENTE y decimos bien alto que la identidad no está ni en los genitales, ni en los cromosomas.

RESPIRAMOS CONSCIENTEMENTE y luchamos para que los mensajes que continuamos interiorizando y lanzando (y legitimando desde las instituciones y medios de comunicación) sobre los cuerpos, cambie; para que se deje de PRESCRIBIR (que no explicar, acompañar, atender) la mutilación de cuerpos porque los genitales, gónadas o cromosomas no encajan en la norma médica.

RESPIRAMOS CONSCIENTEMENTE y nos sumamos a quienes, a diferencia de los delfines y los ornitorrincos, sus vidas sí se han visto afectadas por la categorización rígida de la identidad sexual que hace el ser humano.

Nos sumamos a aquellas personas que no paran, ni pararán de gritar “en un mundo donde se prescriben realidades, nadie tiene la oportunidad de ser real y nosotras, queremos y vamos a serlo”

A vosotras, a todas las personas Trans e Intersex por hacernos cuestionar, no solo la norma, sino los axiomas con lo que generamos esa y todas las normas. Elemento indispensable para TRANSformar la sociedad.

Día de la visibilidad Trans

Hoy es 31 de marzo, Día de la visibilidad Trans, y mediante este post, queremos recordar que esta efeméride sigue siendo necesaria para que la sociedad conozca las realidades trans y que, entre todes, interioricemos la no correlación entre corporalidades e identidades. Con el fin de ampliar el imaginario social, para que las generaciones que vienen entiendan el sexo sentido cómo identidad única e irrepetible de cada persona y no el sexo asignado al nacer. Mejor dicho, con el fin de que no se asigne el sexo al nacer, sino que se legitime (en todos los ambitos de la vida) lo que la persona exprese ser. Y en términos generales, con el objetivo de que la diversidad sea la norma social.

Hoy, 31 de marzo, también es un día para recordar a referentes con realidades trans que han abierto caminos posicionando sus cuerpos cómo punta de flecha. Desde las históricas Silvia Ribera y Marsha P. Johnson luchando en los disturbios de Stonewall en 1969, con el fin de romper el silencio impuesto por un sistema opresor y reivindicar los derechos LGBTI+. Hasta la icónica “Veneno”, la cual abrió camino a muchas “Cristinas” que venían detrás.

Sin embargo, hoy queremos dedicarle este post a una referente muy cercana y amiga. Ella es Mar C. Llop. Hace unos días nos llegaba la noticia de que Mar había fallecido. Y desde Kattalingorri no se nos ocurría mejor día para dedicarle unas palabras de amor y agradecimiento.

Mar fue una activista y luchadora por los derechos de las personas trans. Uno de sus trabajos más importantes fue el libro Work in progress»/ “Construcciones identitarias” donde se recogen testimonios y fotografías de personas con realidades trans. Mostrando sus cuerpos y relatando sus historias.

Mar pretendía visibilizar las realidades trans poniendo el foco en la diversidad corporal, es decir, pretendía hacer ver que hay realidades trans en todos los ámbitos de la vida; en la universidad, en el trabajo, deportes… cada persona con su cuerpo y su manera de ser y de estar en el mundo. El libro recoge vivencias, deseos, pensamientos y procesos, muy diferentes, lo cual nos abre un abanico de referencias muy enriquecedor. Y además, es una herramienta de sensibilización para la población.

Mila esker Mar por ser punta de flecha y abrir caminos de diversidad desde el respeto y la creatividad. Ya no estás presente, pero te recordamos y te recordaremos. Mila esker por dar voz a muchas personas que hacen este mundo mejor y por ser referente para muchas que están y para muchas vienen.

Agur bero bat,

Kattalingorri.

8 de Marzo: Ser una mujer trans en el medio rural

Mi nombre es Asteria Angelines Lizarazu García, tengo 21 años, soy de Olite y voy a contar en el siguiente video, desde mi perspectiva como chica trans, cuál ha sido mi experiencia criándome en un entorno rural y qué pienso sobre el papel de las mujeres trans en la lucha por nuestra emancipación.

20 de Noviembre, Día de la Memoria Trans

El 20 de noviembre fue el Día Internacional de la Memoria Trans, y con este escrito queremos recordar a todas las personas con realidades trans que han forjado un camino de resistencia y conquista de derechos, poniendo sus cuerpos en primera línea de batalla, abriendo caminos de libertad, no solo para el colectivo trans sino para todas las personas. Porque hablamos de una lucha contra el sistema cisheteropatrialcal. Aquel que deja de lado y en los márgenes a las raras, bolleras, maricas, gordas,negras, bi, trans, no binaries, los cuerpo intersex, travestis, pobres, locas, refugiadas, putas, frikis, y todo tipo de diversidades que no entra en el imaginario excluyente de su norma cisheteronormativa.

 

 

En Madrid, el 20 de noviembre de 2021 les compañeres de la Federación Plataforma Trans salían a las calles en el Día Internacional de la Memoria Trans bajo el lema “Contra el fascismo, Ley Trans Ya”.  La presidenta e histórica activista trans Mar Cambrollé subrayaba que: “cuando vienen a por las personas trans, vienen a por las mujeres, a por los trabajadores, a por los estudiantes. Nuestra lucha es transversal. El fascismo no quiere ni justicia, ni igualdad, ni diversidad». Y hacían responsables a “sectores progresistas  y al feminismo institucionalizado”  de “extender una alfombra roja al fascismo, validando sus políticas reaccionarias y contrarias a los derechos humanos». 

También les compañeres en Madrid criticaban la expansión de los discursos de odio y la permisibilidad social de los mismos. Los cuales el fascismo utiliza cómo arma arrojadiza ante cualquier cuestionamiento de la norma cisheteropatriarcal, aquella que hablamos al principio ¿la recordáis? 

Y es que, estos discursos están entrando en nuestra vida cotidiana como quien va a comprar el pan, y aunque los relacionemos con “barbaridades” de la ultraderecha están teniendo cabida y se están permitiendo en nuestro día a día. Tanto que hasta consiguen hechos y sino ¿cómo justificamos que en 2021 a un joven de A Coruña lo asesinen a grito de “maricón”? Sin embargo, parece que nos gusta más mirar con lupa a los menores no acompañados que llegan en las situaciones más terroríficas e inhumanas de su país de origen dejando de lado todo lo que era su vida hasta entonces. 

Por eso, el 20 de noviembre Día Internacional de la memoria Trans y todos los días es importante recordar que el odio solo trae más odio y que echando la vista unos años atrás, las personas LGTBI+  eran castigadas en cárceles de “reeducación”, vulnerando todos sus derechos por el mero hecho de existir. Y esto respaldado por leyes fascistas como la Ley de Vagos y Maleantes o después, la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social. Además , no es hasta  junio de 1988 (solo hace 33 años) cuando se elimina el delito de “escándalo público” del Código Penal, por el cual también eran penadas las personas LGTBI+ y en especial el colectivo de personas trans.

A continuación queremos dejar unas palabras de agradecimiento a todas las personas con realidades trans que han luchado y siguen luchando, poniendo sus vidas en el centro para abrir camino y luchar contra el odio. 

Aquel que en la actualidad toca la puerta pero no dejaremos pasar. Porque no olvidamos, no os olvidamos:

Cuando la exclusión es tan, tan, tan violenta, cuando tu realidad es “no encajas aquí”, “no te queremos aquí” (el”aquí” hace referencia a familia, amistades, estudios, empleos, amores, instituciones, derechos…), cuando no te dejan vivir dignamente, cuando no tienes derechos, cuando no te dejan simplemente ser tú, entonces el mero hecho de existir es una revolución. Así que gracias. Gracias a todas las personas con realidades trans que han luchado en primera fila, aguantando golpes y palizas, visibilizandose por ellas y por las que vienen, pero también gracias a todas las que han hecho la revolución en pequeños espacios, en el “tú a tú”, en una mirada de complicidad, desde el silencio, a todas las que sin hablar han dicho, y sin creer hacer, han hecho. A las que no han tenido la oportunidad de visibilizarse pero han sido y serán. 

Eskerrik asko por abrir caminos de diversidad y enriquecer las vidas de todas las personas del planeta.

Mujeres diversas

El 8 de marzo, como todos sabemos, se celebra o proclama el día internacional de la mujer a nivel mundial. Esta es una efeméride marcada en morado en la agenda feminista, que suele estar plagada de reivindicaciones.

En los últimos años, hemos visto la denominación de este día como el día internacional de las mujeres*, la palabra mujer ha sido acompañada de ese asterisco. Esto se ha hecho con la intención de visibilizar la diversidad entre las mujeres. Porque, a veces, nos olvidamos de que las mujeres no somos un grupo homogéneo, que está igualmente posicionado por estructuras de poder, sino que, como se ha dicho, es plural.

Cada vez más el feminismo (el transfeminismo en concreto) lo reivindica; que somos diferentes y que esto es un valor, aunque las diferencias se han utilizado históricamente para justificar las diferencias sociales y legales, la diferencia es riqueza, y esto significa que, al fin y al cabo, la diversidad es un valor.

Por lo tanto, las mujeres somos muy diversas, hay mujeres que deseamos a otras mujeres, hay mujeres que tenemos pene, hay mujeres que estamos en una situación de pobreza, las mujeres somos diversas en cuanto a funcionalidad, las mujeres somos de diferentes orígenes, las mujeres tenemos diferentes colores de piel, algunas mujeres somos gordas, algunas mujeres tenemos barba, mujeres viejas, mujeres que hacemos diferentes trabajos, o estamos paradas, y un largo etcétera.

Todas somos mujeres, y esa identidad nos une, porque en el mundo no es lo mismo nacer mujer (o ser socializada como mujer) que nacer hombre. Vives con privilegios o sin ellos. Y luego claro, esto choca también con otros ejes, para explicar esto Kimberlé Williams Crenshaw, profesora y académica especializada en la teoría crítica sobre la raza, utilizó la palabra interseccionalidad en 1989. La interseccionalidad sería el fenómeno por el cual cada persona sufre opresión u ostenta privilegio en base a su pertenencia a las múltiples categorías sociales. Así que cada persona, dependiendo de esas categorías, estamos en el centro de la sociedad o en los márgenes, En la imagen se ve qué categorías nos colocan en el centro o en los márgenes. LGTBI+ mujeres, tenemos dos ejes que nos lanzan hacia los márgenes; la feminidad y la diversidad sexual y de género, a los que muchas veces se suman otros.

En esta época en la que a quedado claro que los trabajos que han sido atribuidos a la mujer, es decir, los cuidados, son imprescindibles para el sostenimiento y el bienestar de la sociedad, también queremos sumarnos a esa reivindicación, queremos un mundo en el que las vidas se pongan en el centro, en el que las personas seamos lo importante.

Además de esto, a pesar de ser una exigencia histórica, este año, especialmente, la ley trans es digna de mención en torno a este 8 de marzo, ya que se están dando muchos debates en la antesala de la aprobación de la ley estatal y creemos que el feminismo debe apoyar esta ley, porque las mujeres trans, aunque el resto de las personas no fueron conscientes de que eran mujeres al nacer, son mujeres, porque cada una sabe quién es, sólo tenemos que escucharnos para saberlo. Ante todos estos argumentos que se oponen, creemos que la viñeta publicada por Mother of queer explica las cosas muy claramente, y por eso la dejamos aquí. Si defendemos la sororidad, el feminismo tendrá que ser transfeminista o no luchará por la libertad y los derechos de todas las mujeres y entonces, no será feminismo ni logrará revertir el sistema.

¡POR UNA VIDA DIGNA PARA TODAS!

Carnaval, carnaval

Aprovechando que llega la época de carnaval nos gustaría abordar una temática que puede estar tan cerca como lejos de esta festividad: El travestismo. Podríamos definir el travestismo como una expresión de género en la que una persona se expresa a través de fórmulas fuera de las normas establecidas. La expresión travesti tiene diferentes connotaciones dependiendo del contexto temporal, cultural y territorial. A pesar de que durante muchos años se utilizó de modo despectivo e insultante, el colectivo LGTBIQ+ se apropió del concepto y lo resignificó convirtiendo al estigma en un emblema de lucha colectiva.

La palabra travestismo es una alteración de la palabra «transvestite» esta palabra fue creada por el médico, sexólogo y activista alemán Magnus Hirschfeld, quien la incluyó por primera vez en su obra de 1910, “Los travestidos: una investigación del deseo erótico por disfrazarse”. Etimológicamente, la palabra proviene del latín «trans», ‘cruzar’ o ‘sobrepasar’, y «vestite», de ‘vestir’. El término sirvió para describir a personas que voluntariamente utilizaban vestimentas socialmente asignadas al sexo opuesto.

A menudo se confunde el término “travesti” con el de transexual. Es importante diferenciarlos.

Travesti es la persona que adopta roles asignados al otro sexo a través de la vestimenta, maquillaje, indumentaria, expresión etcétera. En cambio transexual es una persona cuyo sexo asignado al nacer en base a sus genitales no corresponde con el que es (sexo sentido).

En muchas ocasiones son hombres los que se travisten, quizá también como “ritual de feminidad”, elevando el lado femenino por medio del transformismo y queriendo transgredir así las normas sociales y culturales. Algunos hombres sienten curiosidad por descubrir los códigos femeninos que se asocian a ser mujer. Esto puede llevar a que  en carnavales a través del disfraz adopten los roles de mujer o “fingan” serlo durante unas horas. Otros se disfrazan de “mujer” exagerando atributos con el objetivo de escandalizar o provocar: enfermeras, azafatas, pechos gigantes, traseros de plástico… Esto no representa a las mujeres, sino que simboliza una parodia de algunos roles asignados a ser mujer.

No podemos dejar de mencionar que las mujeres también se travisten y son drag, esto curiosamente, está más invisibilizado (una vez más, acciones llevadas a cabo por mujeres menos valoradas que las que llevan a cabo hombres, ¡qué casualidad!). Nos estamos refiriendo al colectivo Drag King, mujeres artistas de performance que se visten masculinamente (drag) y personifican estereotipos de género masculinos como parte de su actuación. En resumen, se trata de ver qué relación tienes con tu otra parte, masculina o femenina, “liberándote”. Así que desde aquí nos gustaría hacer un guiño tanto a las Drag Queen como a las Drag King para agradecer que a través del arte y el espectáculo consiguen cambiar la sociedad desde la performance.

El carnaval es pura catarsis colectiva, la fiesta de la transgresión, donde disfrazarse de mujer también puede liberar la tensión social a la que está sometida la masculinidad sea cual sea la inclinación sexual de la persona. Así como disfrazarse de hombre, ponerse más barba y bigote, adoptar actitudes más masculinas puede ser un ejercicio de empoderamiento para las mujeres, y en cualquiera de las situaciones el carnaval, celebración pagana por excelencia, es la excusa perfecta para poner en práctica el juego de los roles sexuales y de género y ampliar el imaginario respecto a las feminidades y masculinidades. 

En medio de este universo de roles indefinidos, se mezcla el crossdressing, (cruzar la vestimenta), “hombres” a los que les gusta vestirse de “mujer” o “mujeres” que adoptan indumentaria de “hombres”. Un transformismo que si profundizamos explica bien cómo en nuestra conformación sexuada nadie es del todo hombre o mujer (pero esto ya para otro rato). También puede servir para optar durante un rato por un comportamiento diferente al que durante el año se espera de ellxs.

Podríamos hacer un mini estudio y preguntar a los hombres y mujeres de nuestro alrededor si alguna vez se han “travestido” y si han sido conscientes de porqué. ¡Os invitamos a realizar la investigación! Después compartís…

 

 

Memoria TRANS, 20 de noviembre Conmemoración a las víctimas de la transfobia

En esta ocasión, nos gustaría conmemorar a las víctimas de la transfobia dedicando estas líneas en este 20 de Noviembre de 2020.

Para ello, queremos empezar haciendo memoria en torno a diferentes vivencias trans trayendo como protagonistas a las personas que las vivieron y experimentaron en su piel.

Empezaremos mencionando a la primera persona Trans (declarada) del mundo, Lili Elbe, más conocida como “La chica Danesa”, por la película basada en su biografía, nació en 1882 en Dinamarca. Para ser más exactos fue la primera persona conocida en someterse a la cirugía llamada “cambio de sexo”, la cual era muy experimental en aquellos años.

A día de hoy, podemos aportar que no es riguroso decir que se realiza un cambio de sexo mediante una cirugía, sino que se realiza una modificación de la morfología de los genitales (internos y/o externos). Ya que sabemos que el sexo no lo dan los genitales, si no que cada persona se piensa, se sabe quien es, aunque sea totalmente legítimo someterse a cirugías o no hacerlo para vivirnos de la mejor manera posible.

A continuación, queremos nombrar a Christine Jorgensen, nacida en Nueva York en 1926, que se convirtió en la primera persona en haber tenido una cirugía de “reasignacion de sexo” exitosa y aceptar públicamente su condición en 1951, 20 años después de que lo hiciera Lili. A esta operación también le acompañó una terapia hormonal.

El año 1951 históricamente es como quien dice antes de ayer, por lo que nos vienen ciertas preguntas a la mente las cuales nos gustaría compartir con vosotrxs: ¿es imprescindible realizar una cirugía genital para ser mujer u hombre?, ¿qué nos hace ser mujeres y hombres?

Aprovechando que estamos haciendo memoria no podemos obviar a Michael Dillo, el primer hombre trans (documentado), nació en Inglaterra en 1915. Michael comenzó a hormonarse con testosterona en 1939, muy consciente de que era un hombre. Se convirtió en un referente pero a su vez también fue rechazado en su pueblo por lo que sufrió el actualmente llamado “sexilio” varias veces a lo largo de su vida.

Un poco más cerca de nuestro territorio, en el estado español, podemos mencionar a la famosa Bibiana Fernández, que cambió su nombre en el año 1998. ¿No os parece un gran salto temporal para cuando esta realidad empieza a ser visible en España? Y si miramos hacia Europa, en 2020 por primera vez, una mujer trans ha entrado en el gabinete de Bélgica como ministra, Petra De Sutter.

Hemos intentado buscar alguna referencia más cercana a Euskal Herria, y poca información hemos encontrado en cuanto a referencias reconocidas. Aunque no podemos dejar de mencionar a Antonio Erauso, Donosti, 1585, el cual su nombre de nacimiento fue Catalina y su biografia demuestra que se vivió como hombre a pesar de que “le descubrieron” y nunca le reconocieron su identidad. Esto nos lleva a la conclusión de que la memoria histórica de Euskal Herria está por descubrir, elaborar e incluso reconocer. Una labor la cual requiere mucho esfuerzo pero a su vez es interesante y necesaria.

Nos gustaría acabar diciendo lo importantes que han sido estas personas que nos preceden para visibilizar, poner en valor y sobre todo existir. Hemos mencionado varias personas conocidas y nos gustaría nombrar también la importancia de la cotidianeidad, por todas aquellas que estamos/somos desde otro lugar. Por supuesto sin desmerecer la visibilidad lograda por todas las artistas, famosas y caras públicas que han salido en los medios como la actual serie sobre La Veneno.

En definitiva, recalcar que las personas trans aportamos un valor muy enriquecedor para la humanidad: la diversidad. Por eso, solo podemos decir, GRACIAS, gracias sobre todo por SER.

Por las que fuimos, somos y seremos.

A continuación os dejamos unos enlaces de interés para leer más sobre las vidas de las personas que se mencionan en este artículo:

Primera persona TRANS (declarada) del mundo – La mujer Danesa:
https://es.wikipedia.org/wiki/Lili_Elbe

Christine Jorgensen. Estadounidense. Primera operación exitosa:
https://es.wikipedia.org/wiki/Christine_Jorgensen

Michael Dillo. Primer hombre trans. Inglaterra. Médico. Se exilió varias veces:
http://ovejarosa.com/michael-dillon-primer-hombre-transexual-la-historia/

10 trans más destacadas de la historia:
https://www.losreplicantes.com/articulos/transexuales-destacados-historia/

Primera ministra trans de Europa. en Bélgica. 2020:
https://www.france24.com/es/20201005-petra-de-sutter-primera-ministra-transgenero-belgica-europa

Katalina Erauso
https://www.lavanguardia.com/historiayvida/edad-moderna/20191220/472298078027/catalina-erauso-monja-alferez-siglo-de-oro.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Catalina_de_Erauso

 

Euskaraz irakurri artikulua

Octubre Trans

A lo largo de este mes de octubre estamos celebrando varios días importantes en nuestro calendario LGTBI+, que tienen que ver concretamente con la T (transexualidad) y la I (intersexualidad), las cuales tienen que ver con nuestra identidad sexual y sus características.

La identidad sexual responde a la pregunta, ¿Quién soy?, es decir, cada cual sabemos la mujer y el hombre que somos. A menudo la identidad sexual se confunde con la orientación del deseo, esto último responde a una pregunta totalmente diferente, ¿quién me gusta?. También podemos confundirla con la expresión sexual de cada persona, es decir, el modo único e irrepetible que tenemos cada cual para vivirnos.

La transexualidad y la intersexualidad son temas que causan polémica y a su vez están politizados (junto con las demás siglas) pero también son términos muy desconocidos. Estudios bastante recientes están empezando a afinar con cuestiones que tienen que ver con la identidad sexual de las personas y con su determinación.

Entonces, ¿quién puede responder a la pregunta “quién soy”? ¡YO! y solamente Yo. La autopercepción es la clave más valiosa para determinarnos. Porque sabemos, y la realidad nos lo demuestra, que lo que nos hace ser hombres y mujeres no son los genitales, ni tampoco los cromosomas. Por ello, hay infinitas combinaciones posibles en esto de ser mujeres y hombres, tantas como personas. Aunque cierto autobús naranja se empeñe en decir lo contrario, hay niñas/mujeres con pene y niños/hombres con vulva, y por supuesto toda una gama de opciones en la forma, tamaño y aspecto de nuestros genitales. No se puede negar esta realidad porque eso sería ir contra natura, nunca mejor dicho.

La diversidad sexual, es decir, los sexos, los cuerpos, las identidades, las sexualidades, la personas, es tan amplia que acoge a todas la personas del mundo. Además, cuando hablamos de diversidad, identidad, orientación y/o expresión, tenemos que dejar los absolutos a un lado, ya que, en los extremos estamos menos gente que entre los extremos. Es decir, volvemos al famoso “continuo” que siempre nos acompaña en nuestra realidad.

En esta ocasión nos gustaría hacer referencia a las siguientes efemérides para poder celebrarlas y/o reivindicarlas. Por un lado, el 26 de octubre, es el día de la visibilidad Intersex. Según la OMS, este día se busca “visibilizar las demandas de las personas intersex con el fin de terminar con la discriminación contra ellas/os y asegurar el derecho a la integridad corporal, la autonomía física y la auto-determinación.”

Por otro lado, el último sábado de octubre es el Día Internacional de Acción por la Despatologización Trans. Es una iniciativa lanzada por la plataforma activista STP, Stop Trans Pathologization, que desde el 2009 persigue, entre otros objetivos, la retirada de la clasificación de los procesos de tránsito entre géneros como trastorno mental de los manuales diagnósticos, el acceso a una atención sanitaria trans-específica públicamente cubierta y la abolición de los tratamientos de normalización binaria a personas intersex.

Lo que demuestra que las categorías de ‘mujer’ y ‘hombre’ son diferentes y se deben diferenciar pero a su vez tienen cosas en común. Ahora solo nos queda reflexionar en torno a esto, podríamos partir de la siguiente pregunta… “y yo, ¿quién soy?”.

Euskaraz irakurtzeko sakatu

Loading new posts...
No more posts